¿Qué idea de la charla de Toni te ha llamado más la atención? ¿Cómo podemos ser disruptivos? ¿Cabe esta actitud en la gestión de la reputación?
Toni Rueda nos visitó el pasado 18 de noviembre. Habiendo comenzado con una dinamización que ya anunciaba la perspectiva hacia el futuro que iba a adoptar la sesión, no es ninguna sorpresa que la conclusión a la que llegáramos fuera que, como expertos en comunicación, debemos estar siempre preparados para los cambios que este nos traiga consigo.
Tanto los buenos, como los malos, hemos de recordar. No es la primera vez que se nos hace saber que tener la habilidad de ver oportunidades donde otros ven amenazas es crucial para nuestro éxito profesional. Tampoco nos sorprenden ya las evidencias que se nos muestran de que, hoy por hoy, la economía es uno de los principales pilares del mundo. Y que las nuevas tecnologías son el otro.
Y es que nuestra sociedad ha crecido tanto en los últimos siglos como se ha desarrollado la tecnología, lo que se ha traducido en un incremento en la producción, que, a su vez, se ha convertido en una abundancia de bienes y servicios y en una transformación en la forma de hacer las cosas.
Sin embargo, ha llegado el momento de preguntarnos cómo se reparte esta abundancia. «La gran paradoja del siglo XXI», como la ha apodado Rueda, es quizás lo más interesante de esta charla, pues hace ya tiempo que sabemos que el progreso ya no equivale a desarrollo social. No llega a todo el mundo. Y, si no llega a todo el mundo, ¿podemos llamarlo progreso de verdad?
Hablemos, por ejemplo, del hambre. Actualmente, hay cerca de mil millones de personas que no pueden comer ni beber lo suficiente (Projecte Fam, 2019) en un mundo donde se producen los suficientes alimentos para todos sus habitantes (Naciones Unidas, 2019). Las causas del hambre son muchas, ninguna de ellas coyuntural ni pasajera, y hoy en día constituyen uno de los grandes problemas que el ser humano pretende solucionar.
Las soluciones que tradicionalmente se han dado a esta tragedia mundial son las donaciones, ya sean de dinero o de alimentos, pero esto ha demostrado que solo logra paliar de manera superficial un síntoma de una enfermedad cuyas raíces son mucho más profundas.
Por eso, Naciones Unidas ha tenido que cambiar su modelo de comunicación y lanzar una campaña diferente para poder hacer mella en la mente del espectador.
Emitiendo un spot en los cines, un medio que le permite captar la atención del espectador y desarrollar piezas más creativas y sensibles, mientras complementa sus esfuerzos con una aplicación móvil, ha conseguido no solo recaudar medio millón de dólares durante el ejercicio del 2018, sino también aumentar en un 40% el conocimiento en América del Norte sobre las labores de la organización en la lucha contra el hambre (Corresponsales, 2019).
En este caso, la tecnología y la comunicación se han unido con dos objetivos: conseguir dinero y otro tipo de donativos, pero también crear conciencia sobre un asunto grave y trascendental que muchos prefieren pasar por alto.
Pero esta alianza no tiene por qué limitarse a este tipo de campañas. La comunicación va mucho más allá. Si nos trasladamos al campo de la dirección de la comunicación, en concreto a la gestión de la reputación, vemos que las organizaciones ya han tenido que adaptarse a las nuevas formas de hacer comunicación: con la llegada de internet vino el poder del consumidor de opinar y contestar a las marcas, y ello conllevó un cambio en el comportamiento de las mismas.
Las nuevas tecnologías resultan, sin lugar a dudas, grandes herramientas tanto para marcas como otro tipo de organizaciones si se usan de forma correcta. El ejemplo de Naciones Unidas es solo uno de los muchos casos en los que esto se ha conseguido.
Referencias:
Corresponsales. (2019). El cine demuestra ser un arma eficaz contra el hambre en el mundo. 27 de septiembre de 2019. Recuperado de: https://www.corresponsables.com/actualidad/ods2-cine-demuestra-ser-un-arma-contra-el.hambre. Fecha de consulta: 13 de diciembre de 2019.
Naciones Unidas. (2018). Hambre Cero. Recuperado de: https://es.wfp.org/hambre-cero. Fecha de consulta: 13 de diciembre de 2019.
Projecte FAM. (2019). El proyecto. Recuperado de: http://www.projectefam.cc/proyecto. Fecha de consulta: 10 de diciembre de 2019.
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